Diseños por el mundo: Noviembre, Laponia.

Seguimos con nuestro paseo, gracias a Saray, de Pixelados, un mes más. 

Nuestro viaje nos ha llevado anteriormente a España, Chile, Japón y Egipto.

Y después de pasar calor en nuestro destino anterior, ahora lo que nos apetece es viajar a latitudes más acordes con el clima invernal, y por que no, más relacionados con la temporada de Navidad que tenemos ya a las puertas.

Arrancamos motores y buscamos en nuestro mapa un lugar fresquito.

¿Dónde creéis que iremos? Os doy unas pistas: Renos, Papá Noel, nieve, aurora boreal, y mucho, mucho frío.

¿Ya lo sabéis? ¡Sin dudarlo...¡habéis dado en el clavo!

En noviembre, vamos a viajar a Laponia.

Laponia es una de las zonas habitadas más frías de la Tierra. Su territorio abarca grandes zonas de Finlandia, Noruega, Suecia y la península de Kola, en Rusia.

Los lapones.

Los habitantes de este desierto helado, son la última población indígena de Europa, los Lapones.Su población, en Finlandia, ronda las 9.000 personas, por lo que su idioma y cultura está en peligro de extinción. 

El clima y paisaje de Laponia.

Al estar situada muy al norte, se caracteriza por el paisaje de la tundra, con un intenso frío y escasas precipitaciones. La presencia de árboles es escasa, tanto que la flora se reduce a los líquenes, alimento de los famosos renos, y otras plantas de baja altura. 

En verano, se produce el deshielo, y en este momento aparece la vida animal, que se despereza tras la crudeza del invierno. 

El zorro ártico

Ya conocéis, sin duda, al animal por excelencia relacionado con estas heladas tierras: El reno. Sin embargo, a mi me apetece traeros a otra especie, también residente en estas latitudes y perfectamente adaptada al medio en que habita. Se trata del zorro ártico.

El zorro ártico es muy singular por sus colores.  Durante el invierno, es de color blanco o gris azulado lo cual le sirve para camuflarse entre la nieve del paisaje. Sin embargo, en verano su pelaje cambia de color, y presenta color marrón. Tienes las orejas largas y puntiagudas, y una larga nariz. Su gruesa piel les protege del frío invernal.

Mi zorro de tela

Mi proyecto ha sido uno de los más satisfactorios desde que me incorporé a la gran familia de Diseños por el Mundo, ya que aúna mi amor por la naturaleza y por la costura. 

Es mi interpretación del zorro ártico, con su pelaje de invierno gris azulado, y su carita blanca como la nieve. Os presento a Mimoso.

Aquí lo tenéis, disfrutando de la primavera ártica. Le encanta desperezarse al sol...

Y aquí, en su paisaje natural, la tundra, cuando el frío es tan intenso que hasta mi pequeñín necesita una buena bufanda. (La verdad es que lo tengo muy consentido...)

En su casita, ya tiene preparado todo para Navidad, y una buena chimenea frente a la que esperar a Papá Noel, bien abrigaditos.

Espero que os haya gustado. Mimoso se despide de vosotros, deseándoos unas felices Navidades!

Pues hasta aquí mi contribución a Diseños por el Mundo de noviembre. Si queréis seguir visitando a mis colegas diseñadoras, podéis hacerlo aquí mismo.

Besitos!

Cinco tarjetas para recetas gratis, para cocinar con más estilo.

Hola a todos!

Este lunes me apetece comenzar con fuerzas el día, y poner en común con vosotros unos cuantos imprimibles de tarjetas para recetas que he encontrado navegando entre mis blogs favoritos.

A mi lo que me pasa, es que no tengo un lugar especial para guardar mis recetas. Algunas están en un cuadernito, otras, en cualquier papel que a la mínima desaparece, y últimamente, incluso las tengo en mi móvil, si es que les he hecho una simple foto el día que no he encontrado ni un trocito de papel.  

Lo malo de estos sistemas es que, en primer lugar, el orden del cuadernillo deja mucho que desear, ya que están mezcladas sin tener ningún tipo de organización: postres con carnes, batidos, con sopas y pollo al ast con lentejas... ¿Poco práctico, no? Sobre todo, si pretendes hacer la receta y no la encuentras de ninguna manera...  

¿Y que decir de las fotos? muy bien, salvan el momento, no pierdes la idea, pero luego, ¿dónde está esa recetilla que tan apetitosa parecía cuando la necesitas?

Todo esto lo podemos solucionar con unas preciosas fichas de recetas, que podemos ordenar según nos apetezca, y guardar en un archivador convenientemente dispuestas. 

Y además, lo mejor de esto, es que, si tenemos la paciencia de vestirlas con ese papel que usamos para forrar los libros, tendremos unas fichas intercambiables que podemos sacar y meter de nuestro archivador mientras estamos cocinando, pare tenerlas a la vista. Chulo, ¿no?

La que os traigo, es una pequeña recopilación, para que tengamos un poco de todo para escoger, y así tener nuestras recetas más queridas la mar de bonitas. Las podéis descargar pinchando en los correspondientes enlaces de los blogs que os he puesto antes de cada foto.

Así, ¿a quien no le apetece cocinar? 

Mi preferidas, de estilo moderno, las encontré en Heart made blog: Son una monada, con su colores vivos y sus banderines. Supertendencia, ¿no os parece?

Unas un poco más románticas, en The Cottage Market:

Un estilo vintage, para cocineras modernas, en Loves Designs.

Y si os gusta el estilo country, como si fuerais de pic-nic, con vuestro mantel de cuadritos vichy, Amy J Delightful los tiene:

Si por el contrario, os gusta más desgarbado, romántico y en tonos pastel, el estilo shabby chic es el vuestro. The Crazynutsmom, los ha preparado para vosotros.

¿A vosotras cual os ha gustado?
¿Y que os parece el método de las fichas? 

A lo mejor alguna de vosotras lo ha perfeccionado. ¿Lo compartes? Estaría encantada de saber más!

Bueno, ahora toca elegir una y rellenarla!

Saludos!

Faltriquera o bolsillo interior para traje regional de Mallorca.

Seguimos con la costura, pero esta vez, entramos en un terreno más artesanal, y entroncado con las  tradiciones más arraigadas de Mallorca. 

Ya os hable en posts anteriores de los bailes y del vestido tradicional mallorquín, aquí, y aquí. 

Y por esto, hoy os traigo una pieza de artesanía que forma parte del vestido de payesa mallorquina, parte de estos complementos que no pueden faltar en el ropero más tradicional.

Nuestro traje regional tiene muchas raíces que datan del siglo XVIII, y que, en parte, son similares en otros lugares de España, ya que la moda no cambiaba tanto como ahora.

El traje de la mallorquina rústica o payesa, consta de un gipó o corpiño, habitualmente de color negro, una falda de rayas o lisa, a la que se añade un delantal.

En la cabeza lleva un rebossillo, normalmente de algodón, y puede estar bordado en punto mallorquín. 

En la parte interior, se solía llevar sobre las medias, unos bombachos con puntillas, y sobre éste, una falda de algodón, también llamada enagua, que puede ser de color blanco o no, con sus bordados y detalles.

Una de las cosas más curiosas del traje, es este bolsillo que os presento hoy.

Como podéis imaginar, las faldas de antaño no se confeccionaban con bolsillos incorporados. Normalmente, los patrones eran sencillos, porque mucha gente debía hacerse sus propios vestidos.

Así que, ¿cómo solucionar el problema de llevar las llaves, un pañuelito o la calderilla? 
Nuestras antepasadas tuvieron que inventar el bolsillo. (En Mallorca llamado a veces, "sa figa"). 

Se trata de una prenda usada bajo la falda exterior, pero sobre las enaguas, al que se tiene acceso a través de una abertura en la falda, que se abrocha mediante un cordel en un lateral de la cintura.

En otras regiones de España también es habitual utilizar este sistema, pero según he podido observar, se trata de prendas de uso exterior, que se lucen bajo el delantal. En muchos lugares, se le llama faltriquera.

Era habitual decorar estas prendas con volantes o puntillas, como veis aquí. 

Estas, en concreto, las ha cosido mi madre, que es un verdadera artesana de la costura, quien me animó a aprender a coser.

¿Que os ha parecido el post de hoy? ¿Conocéis algún otro traje regional que lleve este tipo de accesorio? Contad, contad, que me interesa!

Hoy participo en la fiesta de enlaces de arte friki!

Un beso!

Aventura de Paty Melocotón: En Noviembre, hojas.

Seguimos viajando, y reencontrándonos mes tras mes con Blogger Traveller de Mi dulce de Melocotón.

En anteriores paseos, nuestras palabras de referencia han sido:

En mayo: Flores

En junio: Azul

En julio: Edificios singulares

En agosto: Descanso
En septiembre: me lo tomé de descanso...
En octubre:mercadillos


En esta ocasión, para el mes de noviembre, nuestra palabra clave es "hojas"

El otoño ya ha llegado de pleno, con sus tardes ventosas, su lluvia fina y tormentosa, y sus tardes más cortas. Ya hemos sacados los edredones nórdicos, las mantitas polares, y hemos cambiado los granizados por chocolate caliente.

Y por tanto, hemos dejado para otros momento las visitas a la playa, bajo el sol del verano. Ahora nuestra prioridad será salir al campo. Y de campo tenemos mucho en Mallorca. Tanto campo como monte.

Nuestro paseo nos lleva hoy a la finca pública de Binifaldó.

Esta es una zona boscosa, muy típica de Mallorca y de Baleares, donde abundan las encinas.

Se encuentra ubicada en el municipio de Escorca, en el sector central de la Serra de Tramuntana, hoy en día declarada patrimonio de la humanidad, muy cerca del monasterio de Lluc.

http://www.caib.es/sacmicrofront/contenido.do?mkey=M34&lang=ES&cont=21873

En esta ocasión, os voy a contar una de las leyendas más populares de Mallorca, referida, precisamente, a un alto en el camino que suele hacerse siempre en la carretera de subida al monasterio de Lluch.

Vereis: En la carretera de Lluch, de camino hacia Binifaldó, existe un enorme precipicio llamado "es salt de la bella dona", que en castellano sería "el salto de la bella mujer", que impresiona bastante por su profundidad.

Se cuenta que un hombre muy celoso de su esposa, creyéndola infiel, decidió vengarse de ella con la muerte. Un día le propuso subir al monasterio de Lluch, donde se encuentra la patrona de Mallorca, la Virgen de Lluch. su esposa era muy devota de esta imagen, y enseguida accedió. Cargaron el burro con los alimentos y otras cosas para el camino, como se hacía en aquellos tiempos, y empezaron la subida.

Al llegar a la zona del Grau, donde se encuentra el profundo precipicio, hizo que la mujer se asomase y en este punto, la empujó para deshacerse de ella. Contento de su hazaña, continuó el camino hacia Lluch, y cual no sería su sorpresa que, al entrar en el monasterio, vió a la pobre muchacha a los pies de la Virgen, rezando, ya que está la había salvado con sus propias manos por ser inocente de las sospechas de su marido.  

Cabe decir que tanto la chica como la Virgen perdonaron al hombre, y así terminó la historia. 

Que os ha parecido? Ver para creer. La verdad es que el precipicio impresiona bastante. Tanto como el lugar donde se ubica el mirador donde hay que detener el coche para poder admirarlo.

Y diréis: que tiene que ver todo esto que me cuentas con las hojas?

Pues bueno, las hojas están en el bosque circundante, en el suelo y en los árboles de la zona de Binifaldó propiamente dicha. Esta zona es muy bonita para pasar un día de excursión, en plena naturaleza.

Entre sus troncos retorcidos, su musgo... 

Con el sol filtrándose entre las ramas de las encinas....

Y con las pequeñas bellotas en cada ramita.

Un paseo relajante, el de hoy, no? 

Si queréis conocer lo que han encontrado mis compañeros de Blogger Traveller, seguid el link!

Días de costura creativa: Tres bolsitas con cremallera súper chic.

El invierno está a las puertas! ¡Que bien! Ahora que las tardes se acortan, y empieza a refrescar, a mí me apetece hacer otro tipo de cosas.

Es tiempo de hacer un poco de costura. ¿Veis que tipo de cosas súper molonas se pueden hacer con cuatro telas? Y un poco de tiempo para darle vueltas, claro... ;)

Como os he contado en alguna ocasión, soy aficionada a muchas artes y artesanías. Me gusta tocar todos los palos: pintura a la acuarela, washitapear, crear diseños de imprimibles, etc. Una de mis aficiones más relajantes (y satisfactorias) es la costura. 

Para mí, el proceso empieza con la selección de las telas, que es mi parte favoritísima. Combinar las telas, encontrar los detalles que los embellezcan, (botones, puntillas, cremalleras de colores...), y pasar el rato sólo imaginando dónde debe ir cada pieza, y cómo montarlo, es lo mejor de lo mejor.

Este es un post rápido para que veáis en qué líos ando metida últimamente.

Os presento mis nuevos bolsitos.

Uno rosa y a topitos para la niña. Lo primero que se le ocurrió fue meter al muñequito para que le sirviera de saco de dormir.

Uno de número y cuadritos vichy para el niño, que muy aficionado a la pintura. (Otro que sale creativo...)

Uno de flores rojas para mí, que como podéis ver, servirá para llevar mis aparejos de costura de un lado para otro, sin perder nada de nada.

Espero que os haya gustado!

Esta entrada participa en la fiesta de enlaces de personalización de blogs.

Podéis encontrar telas de patchwork en Amazon. 

Compralo aquí