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29.9.14

Dejando libres las emociones: Pintamos un mandala.

Hoy, en una tarde lluviosa de otoño, mi hija de 7 años y yo, hemos pintado un Mandala.

Hemos utilizado una plantilla prediseñada, que inicialmente eran líneas en negro sobre blanco, de un cuadernillo que se vende en las grandes superficies. En principio, nada especialmente destacable.

Lo que en principio se trataba de un simple ejercicio de coloreado, ha resultado ser una actividad muy satisfactoria. 

Con este trabajo, simple pero perfeccionista, me he dado cuenta de que es posible reeducar la mano para regresar a los orígenes,y  olvidarse momentáneamente de la edición digital, de la tableta gráfica, del escanner... con la dificultad que radica en trabajar con cuidado el trazo, sin dejar blancos a no ser que tengamos precisamente esta intención.




Esta tarde, mi hija y yo hemos compartido algo más que los rotuladores: hemos creado una conexión entre las dos, que me ha llevado a pensar cual es el hilo de pensamiento que nos inspira a dar uno u otro paso, poner uno u otro color.

Hemos hablado de arte, de perfección, y de la ausencia de ella, de la improvisación y del mero placer de pintar por pintar, sin objetivo concreto, sólo por pasar un agradable rato.

Para mí, la experiencia ha sido relajante a la par que inspiradora.

- Me he dejado llevar, en el proceso creativo simple, de rellenar los huecos con colores aleatorios, aunque siguiendo patrones de simetría, para dar lugar a una "obra de arte" única y especial.

- Lo que parecía algo fácil y rápido, tiene su miga, ya que se necesita paciencia para completar todo el dibujo, y concretración para seguir correctamente la simetría que nos marcamos.

- El pensamiento se ha dirigido a obtener un dibujo preciso, no exento de errores, que quedan disimulados por la visión de la imagen global, dejando libre una ventana al derecho a equivocarse.

- He reencontrado una vieja afición, con métodos de dibujo básicos, con rotulador y papel. Ningún elemento tecnológico, y con la dificultad añadida de no poder borrar. Hay que seguir adelante y completar el diseño, para ver el resultado final. 

Tardes de relax, tardes de dibujar... Un placer reencontrado.

Y vosotras, ¿que opináis? ¿alguna ha dibujado mandalas?

Esta entrada participa en la iniciativa "inventando el finde"del blog inventando baldosas amarillas. Podéis ver más propuestas alegres para llenar vuestros findes de ideas fantásticas.




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